Terapia de pareja online: cómo funciona y cuándo es recomendable

Las relaciones de pareja atraviesan diferentes etapas. Algunas son dulces y otras complejas. En ocasiones nos encontramos en un punto en el que ya no sabemos cómo comunicarnos, en el que el amor parece estar, pero cubierto por capas de malentendidos, dolor o distancia. Es en estos momentos donde la terapia de pareja puede ser una herramienta valiosa. Y gracias a los avances digitales, hoy podemos acceder a ella desde la comodidad de nuestro hogar con la terapia de pareja online.

En esta entrada, te contaremos cómo funciona este tipo de intervención, qué puedes esperar de ella y en qué situaciones suele recomendarse.

¿Qué es la terapia de pareja online?

La terapia de pareja online es una modalidad de intervención psicológica que tiene como objetivo ayudar a dos personas a trabajar en su relación, resolver conflictos y fortalecer su vínculo, a través de sesiones realizadas por videollamada.

Al igual que en la terapia presencial, se trabaja con un/a psicólogo/a especializado/a en relaciones de pareja, pero la diferencia está en el medio: en lugar de acudir a una consulta física, la pareja se conecta desde un lugar privado, a través de una plataforma segura.

Esta modalidad ha ganado terreno en los últimos años, y no solo por su comodidad. También ha demostrado ser igual de efectiva que la terapia presencial en muchos casos, siempre que se sigan ciertas pautas y se cuente con un entorno adecuado.

¿Cómo funciona una sesión de terapia de pareja online?

Cada proceso es único y se adapta a las necesidades de la pareja, pero en general, el trabajo terapéutico online sigue estas líneas:

1. Evaluación inicial

En esta primera toma de contacto, la terapeuta escucha a ambas personas para comprender la situación actual, los motivos que les han llevado a buscar ayuda y las dinámicas que predominan en la relación. Es un espacio para que cada uno pueda expresarse desde su perspectiva, sin juicios.

A veces se realizan entrevistas individuales complementarias, especialmente si hay temas delicados que abordar por separado, como experiencias traumáticas, infidelidades u otras cuestiones personales.

2. Establecimiento de objetivos

Una vez que se tiene una visión más clara del vínculo, el profesional hace una devolución de la información recopilada y se plantean objetivos comunes: ¿Qué quieren conseguir con la terapia? ¿Es mejorar la comunicación? ¿Recuperar la conexión emocional? ¿Tomar una decisión sobre el futuro de la relación?

Establecer metas ayuda a enfocar el proceso y darle dirección.

3. Sesiones semanales o quincenales

Las sesiones suelen tener una frecuencia semanal o quincenal, y en ellas se exploran temas relevantes para la pareja: formas de comunicarse, manejo de conflictos, historia de la relación, expectativas, necesidades emocionales, intimidad, entre otros.

El/la terapeuta actúa como guía, ayudando a crear un espacio seguro en el que ambas personas puedan hablar, escucharse y entenderse. También puede proponer tareas o ejercicios para realizar entre sesiones.

4. Cierre y seguimiento

A medida que la pareja va alcanzando sus objetivos, se trabaja en consolidar los cambios logrados. En algunos casos, se programa un seguimiento posterior para evaluar cómo están aplicando lo aprendido en el día a día.

¿Cuáles son las ventajas de la terapia de pareja online?

Elegir el formato online tiene varios beneficios:

• Accesibilidad: permite asistir desde cualquier lugar, ideal si la pareja vive en diferentes ciudades, tiene horarios complicados o hijos pequeños en casa.

   

• Comodidad: al no tener que desplazarse, se ahorra tiempo y se facilita la continuidad del proceso.

   

• Intimidad: muchas parejas se sienten más cómodas hablando desde un entorno conocido, lo que favorece la apertura emocional.

   

• Flexibilidad horaria: suele ser más fácil encontrar horarios que se adapten a ambas partes y al profesional.

   

¿Cuándo es recomendable acudir a terapia de pareja?

No es necesario esperar a estar al borde de la ruptura para pedir ayuda. La terapia puede ser útil tanto en momentos de crisis como en etapas de transición o crecimiento. Algunos de los motivos más frecuentes por los que las parejas acuden a consulta son:

• Problemas de comunicación: discusiones constantes, dificultad para expresar emociones, sensación de que “no nos entendemos”.

   

• Distanciamiento emocional o sexual: pérdida de conexión, rutina, apatía, falta de deseo.

   

• Infidelidades o pérdida de confianza: cuando uno o ambos miembros han vivido una traición que ha dañado el vínculo.

   

• Cambios vitales: mudanzas, llegada de hijos, enfermedades, decisiones importantes que generan tensión.

   

• Deseo de fortalecer la relación: aprender a comunicarse mejor, gestionar conflictos, recuperar la complicidad.

   

También puede ser útil si la pareja está valorando una posible separación y quiere hacerlo de forma respetuosa y consciente.

¿Qué se necesita para que funcione la terapia de pareja online?

La motivación de ambos miembros es clave. No siempre será igual, y está bien si uno tiene más dudas al principio, pero es importante que exista una disposición mínima a participar y a mirar hacia adentro.

Además, es recomendable contar con:

• Un espacio privado y sin interrupciones durante las sesiones. Es importante que la pareja sienta que puede hablar con libertad y sin miedo a ser escuchados.

   

• Buena conexión a internet y dispositivos adecuados (ordenador, tablet o móvil).

   

• Respeto por los turnos de palabra y las emociones del otro, algo que se va trabajando poco a poco.

   

El/la terapeuta será quien marque el ritmo y ayude a que el espacio sea seguro y constructivo para ambos.

En resumen

La terapia de pareja online es una herramienta valiosa y accesible para cuidar el vínculo afectivo. Puede ser ese punto de encuentro donde volver a mirarse, escucharse y decidir juntos cómo seguir. No se trata de encontrar culpables, sino de entender lo que está pasando y construir nuevas formas de relacionarse.

Si estás considerando dar este paso con tu pareja, recuerda que pedir ayuda no es un signo de debilidad, sino de compromiso. De compromiso contigo, con el otro y con la relación.

A veces, todo lo que necesitamos es un espacio seguro donde poder ser, sentir y reconstruir.