¿Cómo prepararte para ir a la primera sesión de terapia?

12 mayo 2025 | Psicología clínica

Iniciar un proceso terapéutico no siempre es fácil. Aunque muchas personas sienten la necesidad de buscar ayuda profesional, no es raro que aparezcan dudas, miedos y resistencias antes de tomar la decisión de acudir a una primera sesión. ¿Te suena familiar? No estás solo/a. En Antes Tú Psicología, entendemos lo difícil que puede resultar comenzar este camino, y por eso hemos preparado este artículo donde te explicamos las razones más comunes que nos frenan y cómo puedes afrontarlas con confianza.

¿Por qué nos cuesta empezar terapia psicológica?

Si estás pensando en empezar terapia psicológica, es normal que tengas dudas y miedos sobre cómo será la primera sesión. Muchas personas sienten ansiedad antes de acudir a terapia, incluso cuando saben que necesitan ayuda. ¿Por qué ocurre esto? En este artículo, explicaremos las principales reticencias a la hora de iniciar terapia y cómo superarlas.

1. Miedo a lo desconocido

Una de las principales razones por las que las personas evitan acudir a terapia es el miedo a lo desconocido. No saber exactamente qué va a pasar en la primera sesión puede generar ansiedad. Si nunca has estado en terapia, es posible que te preguntes cosas como:

  • ¿Qué me va a preguntar el psicólogo?
  • ¿Qué tengo que hacer?
  • ¿Tendré que contar todo desde el principio?
  • ¿Cómo sabré si es el profesional adecuado para mí?

Es importante recordar que la psicóloga estará ahí para guiarte en este proceso, ella se ocupará de averiguar qué te ha llevado a querer iniciar el proceso sin presionarte a hablar de nada para lo que aún no te sientas preparado/a.

2. Temor a ser juzgado

Otra preocupación frecuente es el miedo al juicio. Muchas personas piensan que su problema “no es lo suficientemente grave” o que el terapeuta les mirará con desaprobación. Sin embargo, la terapia es un espacio libre de juicios, donde puedes expresarte con total confianza y sinceridad. Nos centraremos en saber qué necesitas y qué aspectos han influido para que tus circunstancias del presente sean esas.

3. Vergüenza por mostrar vulnerabilidad

Abrirse emocionalmente puede ser difícil, especialmente si no estás acostumbrado/a a hablar de tus sentimientos. La idea de llorar en sesión o no saber cómo expresarte puede generar incomodidad. Pero la terapia es precisamente el lugar donde puedes permitirte sentir sin miedo ni culpa. Cada persona es única y tiene su propia forma de expresar y sentir, por ello todo lo que te salga mostrar será importante. 

4. Miedo a enfrentarse a emociones dolorosas

Algunas personas evitan la terapia porque temen revivir experiencias dolorosas. Si bien la terapia puede tocar temas difíciles, el objetivo no es hacerte sufrir, sino ayudarte a procesar esas emociones de una manera segura y acompañada. Por esto, siempre vamos a respetar tus tiempos e iremos ajustando el ritmo a tus necesidades.

5. Pensar que la terapia es un signo de debilidad

Todavía existe la creencia errónea de que ir al psicólogo significa que “no eres lo suficientemente fuerte” para afrontar tus problemas solo/a. En realidad, pedir ayuda demuestra valentía y compromiso con tu bienestar.

6. Expectativas poco realistas sobre el proceso

Algunas personas esperan soluciones inmediatas y, cuando no ven cambios rápidos, pueden frustrarse. Es importante entender que la terapia es un proceso y que los avances pueden llevar tiempo, pero cada sesión es un paso hacia el bienestar.

 

Si sientes ansiedad o dudas antes de tu primera sesión, recuerda que es completamente normal. Iniciar terapia es un acto de autocuidado y valentía. No tienes que tener todas las respuestas ni saber exactamente qué decir, solo necesitas dar el primer paso.

Desde Antes Tú Psicología somos conscientes de esta dificultad, por ello, podrás tener una llamada previa antes de la primera sesión para hablar directamente con tu psicóloga, conocerla y plantear cualquier duda que te surja. Si sientes que ha llegado el momento de pedir ayuda profesional, estaremos encantadas de acompañarte en este proceso.